Si te atreves a pintar tú mismo evita estos errores y logra un excelente acabado:
1. No preparar las paredes
Tanto si se trata de una pared nueva como de una vieja con varias capas de pintura, lo primero que hay que hacer es preparar la superficie, limpiando las impurezas con una espátula.
2. No corregir las imperfecciones de las paredes
A veces la pared tiene abolladuras y desprendimientos de pintura debido a la humedad, manchas y demás imperfecciones. Antes de empezar a pintar es fundamental tapar agujeros con masilla, limpiar manchas con agua y detergente anti hongos y de nuevo utilizar la espátula para eliminar esos desprendimientos de pintura. Si algunas de las esquinas de tus paredes están golpeadas, debes reconstruirla para que el posterior trabajo de pintura sea perfecto. Utiliza una regla metálica o listón como tope, para hacer el ángulo.
3. No usar base
Una vez rellenas las grietas y orificios, lijada la pasta y retirado el polvo, aplica una imprimación con un rodillo. Esto te garantizará que la superficie absorberá la pintura por igual. Deja secar y tienes tu pared lista para pintar. Una base de primer ayuda a que la pintura se adhiera mejor a la superficie, resultando en un mejor cubrimiento de la pintura regular. Para ahorrarte capas y capas de pintura, usa una base primero.
4. Pintar capas sin esperar que seque
La impaciencia puede ser tu peor enemiga a la hora de pintar. Una capa de pintura no es suficiente al pintar, por lo que debes esperar que cada una seque antes de pintar otra vez. Deja pasar algunas horas entre capa y capa de pintura si es posible. Si una vez seca, la pintura se cuartea o resquebraja, o aparecen manchas en ciertas zonas es que no se ha adherido correctamente porque la pared estaba sucia.