Seguramente has escuchado la frase “pintura es pintura”, sin embargo, en la realidad esto no es así, ya que para cada superficie existe un tipo de pintura, a continuación, te dejamos una breve explicación para que escojas la mejor opción al momento de comprar tu pintura.
Deja que tus paredes hablen por ti con pinturas a base de agua o vinilos: Son ideales para paredes interiores o exteriores, porque generan un alto cubrimiento, alta lavabilidad y no es necesario mezclarlo con solventes para su aplicación.
La calidad y el estilo se unen en pinturas a base de aceite o esmaltes: Son las más adecuadas para proteger superficies metálicas o de madera, pueden ser de acabado brillante o mate y ayudan a prevenir la corrosión en superficies metálicas que estén expuestas a la intemperie.
Dale un toque único a tu superficie con pintura barniz: Se usa en superficies metálicas, madera y en ladrillos para mejorar su apariencia y lograr un acabado brillante.
Cuida tu espacio con pintura epóxica: Este es un esmalte modificado con la finalidad de lograr una alta asepsia, esta es ideal para clínicas, laboratorios, consultorios odontológicos, etc. Este tipo de pintura se consigue en kit con resina, endurecedor y diluyente.