#MonarcaTips

Bloques plásticos reciclados: innovación local para construir rápido y sostenible

¿Sabías que en Colombia cada año se generan miles de toneladas de residuos plásticos que terminan en rellenos sanitarios o, peor aún, en ríos y mares? 🌎
En el Valle del Cauca, una de las regiones con más dinamismo en construcción, ya existe una alternativa que está cambiando esta realidad: los bloques plásticos reciclados.

Estos bloques son fabricados a partir de plásticos recuperados del consumo diario (botellas, empaques, bolsas) y se convierten en un material de construcción resistente, ligero y sostenible.

¿Por qué son una innovación?

  1. Construcción más rápida: los bloques encajan como un sistema modular, lo que reduce tiempos de obra hasta en un 50 %.
  2. Resistencia comprobada: cumplen con normas de seguridad y ofrecen durabilidad comparable a materiales tradicionales.
  3. Menor costo de mantenimiento: al ser resistentes a la humedad y plagas, requieren menos reparaciones.
  4. Impacto ambiental positivo: cada bloque evita que kilos de plástico terminen contaminando el ambiente.

Usos en Cali y Palmira

En el Valle, este tipo de innovación ya se está aplicando en:

  • Viviendas de interés social que se levantan en cuestión de días.
  • Aulas y espacios comunitarios en barrios que necesitan soluciones rápidas.
  • Proyectos sostenibles de empresas y ONGs que buscan reducir su huella ambiental.

Economía circular en acción

El uso de bloques plásticos reciclados es un ejemplo real de cómo la economía circular transforma residuos en recursos. En lugar de desechar, se reincorpora el material a la cadena productiva, generando empleo, innovación y sostenibilidad.

Conclusión

La construcción en Cali y Palmira no solo enfrenta el reto de crecer, sino de hacerlo de forma responsable. Los bloques plásticos reciclados son una solución que combina velocidad, sostenibilidad y economía, y marcan el camino hacia una ciudad más verde e innovadora.

Porque el futuro de la construcción no está solo en el cemento o el acero, sino en darle una nueva vida a lo que antes llamábamos “basura»