Aplicar el estuco en las paredes puede ser una tarea muy compleja cuando se desconoce cómo utilizar el producto. Es por esto que te contamos para que sirve este producto y unos sencillos pasos con los que podrás estucar fácilmente y con acabados profesionales.
El estuco es una pasta espesa que se aplica sobre las superficies para darles un término liso. Gracias a este, se pueden conseguir paredes con mejores acabados cuando se les aplica la pintura, además, es el complemento ideal para reparar grietas, agujeros y otras irregularidades que suelen formarse con el paso del tiempo.
- Inicialmente, limpia muy bien la superficie que vas a trabajar. Este paso es muy importante, ya que, si hay residuos sobre la pared, el estuco no se fijará bien y su acabado no será el esperado. Entonces, asegúrate de lijar la pared y lávala con un cepillo.
- Si notas que la superficie tiene residuos de pintura vieja, trata de retirarla con la ayuda de una espátula. Igual al paso anterior, lija y lava.
- A continuación, introduce el estuco en una cubeta de plástico y prepáralo de acuerdo a las indicaciones. Revuélvelo bien hasta conseguir la textura deseada.
- Una vez tengas el estuco listo, toma una paleta de acero o espátula y aplícalo sobre la superficie de manera horizontal y vertical, unas 3 o 4 veces.
- Posteriormente, cuando la pared esté bien seca, pásale una lija #150 para quitar las irregularidades.
- Limpia la superficie otra vez, y si lo consideras necesario le aplicas otra capa de estuco. Debes evitar que quede demasiado grueso porque puedes arruinarlo.
- Para terminar, limpia de nuevo los residuos y pinta la pared con un pequeño rodillo. Emplea unas dos capas de color para que quede perfecta.
